Menos mal que salió descanso unos días a fin de Diciembre, porque el año empezó con ritmo bastante movidito.
Por un lado, la actividad de les peques, que hicieron "colonia" a la tarde, con lo cual los tenía a la mañana en casa, les preparaba el almuerzo, los llevaba al club, y muchas veces también los iba a buscar.
Aprovechaba ese par de horas bien temprano en la mañana, más la tarde solo, para meterle duro y parejo al laburo. Después hacía malabares. Pero ellos lo disfrutaban un montón, así que valía la pena.
Por otro lado, a Febrero lo tuve partido en dos porque viajé por laburo. A Malta, destino al que ya había ido en 2014, pero que ahora revisité en un contexto muy cambiado, ya que a nivel trabajo estoy en algo muy diferente, y a nivel equipo es casi todo distinto... es más, considerando un par de faltazos por razones de fuerza mayor, tendría que ver realmente si hubo alguien que se repitiera en el equipo de aquella vez y la de esta. Los tiempos cambian.
Más allá de eso, aproveché a pasear por lugares que no había conocido :). Todas las fotos acá.
Encima, esta semanita, que acabo de volver, la tengo saturada de reuniones (en la escuela de les peques y un par más), y el viernes muy temprano ya parto para San Rafael donde hacemos el PyCamp de este año.
El mismo termina el martes, y yo a diferencia de otras veces donde me quedo bien hasta el final, viajo el mismo martes a la tarde de regreso porque el miércoles arrancan las clases, y quiero estar ahí.
A nivel agenda lo bueno es que ya los horarios se normalizan a partir de esa primer semana de Marzo, o casi: más allá de un par de semanas de horarios especiales para Male para adaptarse al doble turno, después ambos peques pasan a tener el mismo horario y eso me simplifica bastante la operatoria diaria.
Lo cual es esencial para poder encarar el resto del año e ir haciendo todo lo que tengo ganas de hacer :)