Estuve una semana en Budapest, trabajando en un sprint con otros compañeros de equipo y de otros equipos, en general.
El viaje largo, pero sin sorpresas... sólo el detalle que me perdieron la valija en el viaje de ida :(. Cuando fui a hacer el reclamo, se fijaron y la ubicaron en Frankfurt (donde era la escala) y me dijeron que llegaba esa noche. Incluso me dieron un pelpa para que el hotel pueda recibir la valija por mí. Obviamente, cuando hice el checkin les comenté la situación. A las diez de la noche golpearon la puerta de la habitación y era alguien del hotel con mi valija \o/.
Así y todo tuve que salir vestido como venía (pantalón finito y zapatillas náuticas) a pasear durante la tarde... y me cagué de frío, aunque tenía polar y campera. Salimos a pegar una vuelta con Naty, Matías y Guillo, y caminamos un par de horas a la tardecita, antes de que caiga el sol, porque luego teníamos el coctel de bienvenida de la empresa. Aunque era "de día", estaba muy nublado, y eso, hacía mucho frío...
En general no paseé demasiado, porque los días eran grises y fríos, y cuando terminábamos el día laboral (entre las 17:30 y las 18) ya era de noche. Excepto el viernes, que terminamos a las 16hs, y encima salió el sol. Y el sábado, claro, que salí a pegar una vuelta durante la mañana y mediodía. A diferencia de los primeros días, ya teníamos como 12°C, estábamos como queríamos (?)
El sábado hice paseo por la zona del Danubio, subí un montecito donde estaba la Estatua de la Libertad (levantada originalmente en 1947, en recuerdo a la liberación soviética de Hungría durante la Segunda Guerra Mundial, finalizando la ocupación nazi), fui al mercado central de la ciudad, y caminé bastante para un lado y para el otro.
La gente, en general, educada. La mayoría no sabe inglés, incluso en zonas turísticas y en lugares como para comer o comprar cosas "de turistas", así que a veces uno vuelve a la típica charla de señas y sonidos varios. O se termina hablando en italiano, como nos pasó en una heladería :p.
Claro, los otros días también estuvimos caminando por acá y por allá, pero en general de noche y con todos los negocios (excepto los relacionados a comer y beber) cerrados... Budapest realmente es una ciudad distinta antes y después de las 18 horas (porque a las seis cierran la mayoría de los negocios, y ya es de noche...).
Pero bueno, eso obviamente no impidió que saliéramos a comer, y yo me dediqué a los gulashs. El gulash, originario de Hungría, justamente, es simplemente un estofado de carne, y de ahí salen muchas variantes... con papa, sin papa, con spätzl chicos, grandes o directamente sin nada de eso, con cebolla o sin, etc... siempre con carne, cocida varias horas, apenas picante (por eso se lo acompaña con alguna salsita para apicantarlo, como hacemos nosotros con el locro), y MUY RICO.
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