Entre Navidad y Año Nuevo nos tomamos unos días de vacaciones con la familia.
Esta vez nos fuimos, por primera vez, a un Parque Acuático.
La verdad es que lo pasamos bárbaro. Yo le tenía un poco de aprensión por si Malena iba a disfrutarlo (Felipe, siendo más grande, seguro que sí). Ambos la pasaron genial, así como también Moni y yo.
El primer día llegamos a la tardecita y estaba nublado y fresco, así que en el parque acuático propiamente dicho no había nadie. Nosotros tampoco nos metimos, sino que fuimos directamente a las piletas con aguas termales, así estábamos calentitos :)
Pero lo que más disfrutamos fué el parque acuático propiamente dicho, con todas sus variantes de juegos para tirarse al agua. Al principio Male se quedaba en los juegos para niños, pero luego del primer día también se tiró mucho de la rampa grande.
Felu se tiró de casi todos lados (excepto el más salvaje, que era casi caída libre), incluso se tiró de los juegos grandes un montón de veces, en loop: se tiraba, subía, se tiraba, subía, se tiraba...
También aprovechamos para pasear y conocer Concepción del Uruguay. Incluso una de las tardes vinieron familiares de Moni desde Concordia, y nos fuimos a las playas de Banco Pelay, donde nos metimos en el rio y jugamos con la arena hasta que se hizo de noche y nos fuimos al pueblo a comernos unas pizzas :)
La escapada de pocos días al parque acuático mostró ser una copada forma de desconectar. Seguro repetiremos.