El tiempo pasa, nos vamos volviendo tecnos.
No me voy a poner a hablar de la inevitabilidad del paso del tiempo, de que la flecha de la entropía sólo apunta para un solo lado, ni de esas cosas. Quiero hacer foco en que hay que aprovechar el tiempo que tenemos.
Esta genial foto es de una de las últimas clases de natación donde llevé a Malena.
Fuimos todo el año, una vez por semana. Empezó tímida, y terminó pasando más tiempo abajo del agua que arriba, totalmente acuática. Para mi fue un placer llevarla y disfrutar esa evolución con ella, lo mismo que hice con Felipe dos años atrás. Y ya está, ese tiempo pasó y nunca más los meteré en el agua con ellos agarrándose a mi. Más allá de la nostalgia anticipada, lo importante es que cuando tuve la oportunidad, la aproveché :)
Sé que van a haber mil otros momentos donde los lleve de la mano a territorios para ellos desconocidos. La clave es estar ahí, darles la mano, acompañarlos, y disfrutar ese proceso.
Otra foto del paso del tiempo: Felipe, en su acto de graduación del Jardín, donde él mismo estaba emocionado mientras otros compañeros pasaban a buscar sus diplomas (todavía no le había llegado su turno), y luego estudiaba la medallita que le habían dado...