Algo que venía postergando y postergando, desde hace muchos años (más de un lustro!) es el tema de traerme los libros que están en la casa de mi papá.
Todavía no tengo un lugar definitivo para ponerlos, y aunque ya tenemos medio encargado un mueble para el living (el cual, en parte, contendrá algunos libros míos), seguro que necesito más espacio en otro lado.
Parte de la complejidad, justamente, es no tener un lugar definitivo. Entonces, el otro día, charlando con Moni, decidimos que podía hacer unas bibliotequitas que entraran abajo de la ventana, y en dos partes, así hoy las poníamos ahí, y el día de mañana si las queríamos mover para otro lado entraran en cualquier rincón.
Así que diseñé algo, compré una placa de madera en el Sodimac (indicando que la corten, obvio), ajusté, atornillé, emprolijé, pinté... y acá tienen:
Están lindas, ¿no?
Cuando las termine de llenar de libros les saco otra foto y muestro :).
