Pelar un par berenjenas medianas, cortarlas en rodajas, y sumergirlas un par de minutos en agua hirviendo (no tanto como para "hervirlas", pero más que "blanquearlas").
En una sartén rehogar cebolla, cebolla de verdeo, morrón y ajo. Cuando esté todo doradito, agregarle carne picada. Cocinar hasta que esté rico, pero no del todo cocido. Cuando apagamos el fuego, agregarle una cantidad generosa de perejil picado, y revolverlo bien. Salpimentar a gusto, teniendo en cuenta que las berenjenas no tienen nada (o sea, pasarse un poquito).
En una fuente, alternar capas de rodajas de berenjenas y lo que preparamos en la sartén. A nivel de proporciones, la idea es que "no quede tanta carne", para lograr una comida más bien liviana. Completar con queso fresco arriba de todo.
Meter un rato al horno. Luego agregarle queso rallado por arriba, y orégano. Más horno.
Comer y disfrutar. Click en la foto para verla en mejor resolución.