El otro día me encontré con Diegote en el Paloko de Belgrano. Ibamos a ser más, pero al final el resto canceló y sólo fuimos nosotros dos.
Arrancamos con una cervecita charlando y charlando, y luego nos jugamos unos pools, mientras comíamos algo (me ganó 2 a 1!!).
Para terminar de cerrar la noche, decidimos tirar unas lineas al bowling. La verdad, ninguno de los dos estaba preparado para lo que pasó... ¡¡jugamos bárbaro!!
Hacía mil que ninguno de los dos jugaba al bowling, pero ambos hicimos una muy buena cantidad de puntos. Es más, en la segunda linea yo hice tantos puntos que ahora es mi record personal... y le sacamos una foto, para la posteridad.
Un lujo. Hay que repetir esos encuentros.