Laburando en UK

La semana pasada la pasé en Londres, en un sprint de todo Online Services. Estuvo muy bueno, porque es en estos eventos donde vemos a nivel de estrategia en dónde estamos, qué vamos a hacer los próximos meses, prioridades, etc.

También está copado poder ver cara a cara e interactuar (trabajando o tomando una cerveza) con los compañeros de trabajo, que normalmente están del otro lado del chat.

Obviamente, la mayor parte de lo que vimos y escuchamos ahí es confidencial, pero les aseguro que Ubuntu One va a rocanrolear de formas muy interesantes en los próximos meses...

Otra actividad que se hace en este tipo de reunión general es algo para "integrar el grupo"... el año pasado resolvimos unos acertijos que implicaban pasear por Londres, pero este año fue distinto: fuimos a una Escuela de Cocina donde guiados por los chefs/profesores hicimos pizzas entre todos (pizzas que luego, por supuesto, nos comimos nosotros mismos).

Ingredientes

La verdad es que estuvo muy muy bueno el evento... no sólo porque las pizzas estaban ricas, sino porque la onda del lugar y de la gente era genial. Encima, a mí me tocó como chef a Anna Venturi, dueña del lugar y autora de un texto que estaba tipo cuadrito en una de las paredes del lugar:

Venturi's table - la filosofía atrás del negocio

Si alguna vez me ponía de mal humor - lo cual era frecuente en mi adolescencia - mi abuela hacía que la ayude a preparar la cena. Para cuando las albóndigas estaban hechas mi humor se había levantado y estábamos riendo juntas.

La cocina es un lugar donde se comparten secretos - tanto de la vida como del arte de cocinar. Las familias se juntan en las cocinas porque en ningún otro lado de la casa la gente se comunica tan abiertamente. Los problemas son cortados y diseccionados, las discusiones hierven y se evaporan, y las preocupaciones desaparecen. Desde muy joven aprendí que cocinar juntos es una gran manera de hablarse los unos a los otros. Podés intentar ponerte complicado en la cocina pero no lo lograrás.

Cocinar juntos es siempre una experiencia positiva. Crea una intimidad entre la gente que es muy difícil lograr en el día a día. Mi abuela me enseñó que cocinar no tiene que ser complicado. La clave son ingredientes de buena calidad y sabores simples. El cocinar es un acto creativo, casi infantil por momentos donde olvidamos nuestras preocupaciones y no tememos ensuciarnos las manos y experimentar. Mirar como la gente se transforma al preparar comida es lo que más disfruto. Es un proceso que nos lleva a una época en la que no nos importaba tener harina en el pelo o comer mezcla de torta directamente del bol.

Finalmente, el acto de preparar una comida juntos es una manera de dar algo a nuestra familia y amigos. Es un placer simple que es frecuentemente olvidado en nuestras ocupadas vidas. Comer juntos alrededor de una mesa me recuerda nuestra pequeña cocina en Vía Cappuccini o los veranos que pasé con mi familia en Riccione. La clave es compartir buena comida y crecer juntos como personas.

Anna Venturi

A nivel de viaje... no mucho, la verdad... los días de trabajo fueron intensos, y más allá del domingo y el sábado que paseamos un poco, el resto de las noches sólo fuimos a comer o a comprar algo para comer y cenábamos en la habitación. Salimos a comer tres veces en total... a un restaurant indio, a uno vietnamita y a un pub "muy local" para probar lo que allá llaman "fish and chips" (por lejos, la comida más floja de estas tres que dije):

Fish and chips

El clima estuvo mucho más feo que el año pasado (esta vez sí nos tocó el típico clima de Londres), tuvimos algunas lloviznas mientras paseábamos, y el domingo volvimos empapados al hotel. Pero si de clima se trata, lo complicado fue volver a Argentina, por las cenizas del volcán Puyehue. Por suerte, justo se corrieron para que podamos volver la mayoría... los vuelos anteriores fueron cancelados, y los posteriores también (tengo compañeros de trabajo que recién pudieron volver hoy...).

Las fotos de todo, acá.

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