Luego de algún tiempo he vuelto al blog de un tal Gonzo, blog que se llama justamente como el título de este post.
No sé bien cómo llegué aquí la primera vez. Puede haber sido por la tira ECOL (historieta protagonizada por Bilo y Nano), de la que soy fiel seguidor, o el Diario de Nantes (EDITADO: la url no existe más), una recopilación del día a día de un españolito en Francia mientras perpetra su proyecto de fin de carrera (es largo, pero buenísimo).
Recuerdo que alguna vez leí algo de su blog, pero no me enganché, no me acuerdo por qué. La cuestión que el otro día buscando no se qué, encontré este (EDITADO: la url no existe más) sobre una odisea vivida en la playa...
Se trataba sin duda de un ángel, de una visión divina con unas tetas que desafiaban a la gravedad. A la nuestra y a la de Júpiter si hacía falta. No era simplemente que estuviera de rompe y rasga, sino que respiraba sensualidad por cada poro de su expuesta piel. Cada pequeño movimiento era poesía. Nunca antes se me habían empañado unas gafas de sol.
Y allí estábamos los cinco, sentados sobre las toallas, mirando de la única manera que se podía contemplar aquel espectáculo de la naturaleza. Con descaro, alevosía y admiración al mismo tiempo. En ocasiones Dios crea montañas, grandes praderas verdes, envía preciosas tormentas que rasgan el cielo durante horas y luego dejan tardes maravillosas. Y a veces coge el Photoshop y hace cosas como aquella. Porque Dios existe. Al menos a veces. Los curas deberían subir a ángeles así al púlpito, en top-less, y preguntar: ¿Existe Dios o no, cojones? Todos conversos en diez minutos.
¿Ven el estilo de escritura? A mi me causa mucha gracia. No es que no paro de reírme, pero lo disfruto muchísimo.
Lo mejor, sin embargo, es que no sólo habla de cosas más o menos superficiales, sino que el blog es interesante en muchos aspectos. En este (EDITADO: la url no existe más), por ejemplo, habla de la Madeleine esta que desapareció en no sé donde (justo el otro día alguien me comentaba algo de esto), y las responsabilidades de los padres...
El diez de Marzo de este año desaparece un chaval de siete años en un pueblo canario. El asunto no tiene repercusión más allá de las lindes de la comarca. Es una desgracia que así sea pero, salvo la estupidez humana, todo lo demás tiene un límite. Pásame otra birra.
Cuatro días más tarde desaparece Madeleine. En las semanas siguientes se monta un circo mediático de tres pistas. Los padres son respaldados por Beckham, santificados por el Papa en cónclave público e incluso recibidos por Rubalcaba. Se hace un concierto por África, por el cambio climático y por que aparezca la cría.
...
Pero la triste y cierta realidad es que hay que pasar pruebas físicas y un complejo examen teórico y práctico para conducir un coche pero cualquier desgraciado puede traer un crío al mundo.
Y mientras tanto el planeta continúa girando, la vida sigue, los USA empiezan una guerra en otro país y ni la salsa rosa ni los periódicos ni los telediarios dicen nada de todos los padres que hacen un esfuerzo al llegar a casa y apagan la tele para jugar un rato con sus hijos.
Distinto a lo que encontramos en muchos blogs, ¿no?
Bueno, la cuestión es que finalmente me enganché con el blog y lo leo siempre, :)