Hace bastaaaaaante que no estaba con diferencia horaria positiva (más de dos años, desde EuroPython 2005).
Estas lineas las estoy escribiendo desde Dublin, Irlanda, donde llegué hoy para estar mañana y pasado en un curso de Mobile TV, enviado por Ericsson. El viernes ya arranco de vuelta pa' los pagos, llegando a casa el sábado a la mañana.
Irlanda es rara, porque la gente habla inglés pero es una ciudad europea, :). Bah, no sé si rara, pero es la primera vez que me pasa a mí.
Anyway, dos fueron las cosas que más me llamaron la atención por ahora.
La primera es que tienen el volante del lado equivocado, ;). Parece que ellos están de acuerdo en eso, porque no chocan ni nada, pero a primera vista causa impresión. Uno está tan acostumbrado a que el flujo de vehículos sea distinto, que en los cruces o rotondas siempre me da la impresión de que se la van a dar, pero ellos van por el carril que corresponde y todo bien, jejeje.
La segunda es que yo pensé que hablaban inglés, pero no. Bueno, sí, Irlanda tiene otro idioma oficial aparte del inglés, el irlandés. El problema es que cuando hablan inglés lo hacen de tal manera que uno entendería más si hablasen en klingon... Hablan tan cerrado y rápido que hay que pedirles que por favor frenen un poquito. Ahí sí, mágicamente, uno empieza a entender..
Llegué al hotel a la tarde, así que no tuve demasiado tiempo para conocer, pero aproveché que quedaban un par de horas de luz y me fuí para el centro, para conocer la ciudad de la forma que a mi más me gusta: caminando.
Son típicos los bares, obvio, y The Temple Bar es un clásico. Más que nada para seguir el ritual, entré y me tomé una pinta de Guiness tirada negra, :). Pensé que me iba a salir más caro: sólo cinco euros (lo mismo que pagaba la pinta de cerveza en Bologna cinco años atrás).
Veremos cómo siguen estos días, pero mañana ya empieza el curso y no voy a tener mucho tiempo libre...