Bueno, pasó CaFeConf 2006. La verdad, un éxito absoluto.
El viernes estuvo más tranqui. Fui a dos charlas y media (fui a tres, pero presté atención en dos, :p), y el resto del tiempo estuve en la mesa/stand que teníamos de PyAr en la conferencia. Colgamos la bandera, recien estrenada, arriba; acá hay una foto con Alex Martelli:
Las dos charlas estuvieron muy bien. En la primera Anna Ravenscroft Martelli nos contó el papel de las mujeres en las Tecnologías de la Información, explicando que lo que normalmente hay es una barrera de entrada: una vez la mujer está adentro del sistema, se comporta con la misma capacidad que el hombre, pero básicamente le cuesta entrar.
La otra charla era sobre el proyecto Gnome. Yo siempre usé Gnome, primero en Fedora Core, después en Ubuntu. Y Gnome es un proyecto muy relacionado con Python. Ergo, la charla me interesó muchísimo. Estuvo muy bien.
El resto del día lo pasé en la mesa, contestando preguntas a los que se acercaban, mostrando los juegos que hicimos en Python para PyWeek (especialmente TypusPocus). El tener una mesa en CaFeConf fue muy bueno, es una propaganda inmejorable: ahora sé por qué las empresas pagan tanto dinero por tener un stand en las conferencias.
El cierre de la jornada estuvo dada por la decimonovena reunión de Python Argentina. Fuimos a La Casa del Queso, cerca del Abasto, donde comimos y tomamos muy bien. Como se preveía, mitad por ser después de la conferencia, mitad por tener invitados internacionales, tuvimos un nuevo record de asistencia, pero para más detalles esperaremos la minuta oficial.
El sábado estuvo más movidito. Arranqué temprano con mi charla. Con Mariano, cinco minutos antes de que empiece, pudimos configurar mi laptop para que use el proyector, así que estaba contento. Tuve que arrancar pasadas las once y diez, porque seguía llegando gente (y siguió llegando gente: ocuparon todos los asientos, se quedaron parados, y dejaron de entrar porque no había más espacio). Me gustó mucho como me quedó armada la presentación, básicamente porque a la gente le interesó, se quedaron enganchados, preguntaban, participaban, todo muy bien.
El único punto complicado fue que me quedé sin tiempo para toda la presentación. Me apuré al final, pero no llegué a terminarla. No me quería ir, y el público tampoco, pero finalmente tuve que cortar.
Luego del almuerzo vino la charla plenaria de Alex (Qué es Python y por qué importa), que estuvo muy bien, y seguimos toda la tarde con Python: fui a ver a la oveja eléctrica de Santiágo, y a Alecu contando la experiencia de hacer un juego en una semana. Muy buenas ambas charlas.
A las 19hs, cuando ya estábamos todos muy cansados, vino el cierre de la conferencia. Con Leito Monk sobre el escenario, mostrando un lado showman que yo no conocía (pero que no tiene nada que envidiarle a Billy Crystal), el cierre estuvo fantástico. Discursos de los organizadores (incluído el propio Leito), sorteos, videos, todo muy completito. Un cierre como corresponde.
Al otro día, domingo, el fin de semana continuó, ya que nos juntamos en Bella Vista, en casa de los padres de Mariano, él mismo, Lucio, Leito, Yaco, Dave, Nubis, Pablo y yo, como integrantes de Python Argentina, novias (algunas no) para que el festejo sea completo, y dos invitados de lujo: Alex y Anna Martelli.
El asado lo hizo Mauricio, y la verdad es que comimos muy bien. Mónica hizo unas galletitas de queso para el aperitivo, y flan y brownies para el postre y la tarde. Sol, mate, helado, y mucho, mucho vino acompañaron el resto del día.
La verdad es que no quería irme, por lo bueno que había sido todo, pero ya se había hecho de noche, y decidimos marchar con Mónica. Nos quedaron, sí, algunas fuerzas para visitar a Sofía, la nueva integrante de la familia Diego-Diana-Josefina, :). Pero llegamos a casa molidos, y el sueño me dura hasta ahora, :p