I'm back. Volví. Sono ritornato.
La semana pasada me fui de vacaciones, comprenderán que no haya actualizado el blog.
Arranqué el lunes tempranito, fuimos con mi vieja y Oscar a pescar a Gorchs, un pueblo cerca de ruta 3, como a 150km de Capital. Bah, yo no pesqué, sino que descansé. Ellos si, varios bagrecitos y una carpa grandota.
El lunes la pasé con ellos hasta que comenzó a caer la tarde, que emprendimos el regreso. Viajamos juntos hasta San Miguel del Monte, y menos mal que lo hicimos, ya que saliendo de Gorchs al auto de mi vieja se le perforó una manguera y comenzó a perder agua. La emparché con cinta aisladora, cargamos agua y seguimos. Pero un rato después volvieron a parar: era otra manguera. Por suerte estábamos cerca de un negocio que vende ese tipo de repuestos, así que cambiamos las dos mangueras y listo.
En San Miguel del Monte nos separamos, ellos siguieron para Capital, yo agarré la 41 hasta Castelli, y luego el camino normal: la 2 hasta Dolores, la 63 hasta la esquina de Croto, y desde ahí la 11 hasta Santa Teresita (costa atlántica, ciudad turística, mar). La verdad es que, aunque dormí siesta, estaba cansado (principalmente por no haber dormido la noche anterior), así que tuve que parar tres veces al costado de la ruta para dormitar un rato. La verdad es que viajar sólo tampoco ayuda en esto...
Estuve del lunes a la noche hasta el viernes a la mañana en la costa. Descansé muuuucho, e hice lo que quise todo el tiempo, lo cual ayuda a distenderse. Me levantaba tempranito, desayunaba en el hotel, e iba a la playa. Luego comía o tomaba unos mates mientras echaba código (*) en SiGeFi a la sombra de algún arbolito.
A la tardecita me iba para Mar del Tuyú, donde estaban mis tíos, primos, y amigos: Enrique, Teresa, Leito, Pablo, Mara, el Pollo, la Pipi. Nos íbamos a la playa, y entre mar y mate, nos jugamos unos tejos bárbaros. Cuando el frío arreciaba nos íbamos para las casas, y jugábamos un chinchón, o hacíamos crucigramas.
Normalmente a la noche yo me volvía para el hotel, muy cansado. El miércoles a la noche salí a comer, previa charla en la playa con mi amigo mar. Y el jueves, que era mi última noche allá, salimos de parranda.
Fuimos a comer con Pablo, Mara, la Pipi y el Pollo. Y luego ya con mis tíos, arrancamos para los fichines (Time Crisis II, Daytona, y tejo), y luego para el bowling (con bolas chicas y las de verdad).
El viernes temprano, luego de desayunar y comprar unos alfajores de regalo, arranqué para casa. Hice el viaje de un tirón y llegué a eso de las 15hs. Mandé a lavar el auto, almorcé, lavé ropa, y al anochecer arrancó mi fin de semana (que fue especial y muy muy lindo, pero no va a haber nada eso acá).
(*): No leyeron mal. Sí, me llevé la laptop de vacaciones, y descansé programando. Sé que les parecerá raro, pero es así. Si les hubiese dicho que pinté un cuadro a la sombra del árbol, no lo tomarían tan raro. Bueno, programar es una forma de arte. Y relaja. Y me encanta. Sépanlo, :)