El viernes, haciendo la cola del cine para ver Narnia, sucedió algo muy raro: una chica hizo un comentario sobre la velocidad final que puede alcanzar un pochoclo desde un tercer piso (el incidente está mejor cubierto en este post de Chaghi, léanlo, yo no lo puse acá para no duplicar contenido).
El punto es, ¿qué aspectos de la formación y/o contexto hace que una chica emita espontáneamente un comentario como ese? Formación, porque tiene que haber estudiado alguna ciencia dura (física, ingeniería, ¿matemática? ciertamente no abogacía). Contexto, porque por más que tenga el conocimiento, hacer el comentario implica que hay una clara inclinación a no ocultar el hechomierdismo mental (es por eso que le dije que hubiese esperado ese comentario de muchos de mis amigos...).
Y que sea una chica es todo un factor. Primero, porque estadísticamente son menos en cantidad que los hombres que estudian ciencias duras. Segundo, y más importante, porque ¿a quién hay que matar para conocer mujeres así?
El domingo, luego de leer un artículo de Adrián Paenza, y ayudado porque no tuve electricidad en casa en todo el puto día, me puse a tirar matemática sobre un papel.
La idea era probar por qué, como dice el artículo, "cualquier número capicúa con un número par de dígitos es siempre múltiplo de once". Hace rato que no jugaba a probar algo, es una diversión fantástica (no pretendo que todos entiendan esto), y ocupa mucho de tu cerebro aunque estés haciendo otras cosas. Estuvo bueno.
Lo malo es que no lo pude probar. Avancé bastante, pero no terminé. Llegué hasta decir, que para probar lo antedicho, necesito probar que es múltiplo de once un número como el siguiente: 10**(m-n) + 10**n, tomando m como números enteros mayores que cero, y n como números enteros mayores que cero y menores que m/2
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¿Alguien se anima? Al que lo saca lo invito a comer o a cervezas, a elección del ganador.
Ya que estamos, capicúa es la primer palabra que conozco que proviene del català (cap i cua: cabeza y cola). :D