El sábado a la noche fue el cumpleaños de mi amigo Facundo. No lo hizo en la casa, porque como pintaba para llover prefirió hacerlo en lo de un amigo que tiene un quincho.
Un asado espectacular, y las cervezas de rigor; Legui y Bayley's casero. Y me reí como hace rato no me reía, así continuamente hasta que te duelen los cachetes.
A eso de las tres me fui para casa, porque aunque había un grupo que se iba a bailar, al otro día yo tenía reunión especial familiar y no pintaba para volver todo borracho a las diez de la mañana, :p.
La reunión familiar era porque venían parientes de Portugal, y aunque no los conocía (y la verdad que me daba lo mismo), me sirvió para volver a ver a Jorge, Nélida y Rocío (Jorge es primo o primo segundo de mi papá, asi que casi no hay parentesco conmigo...).
Hace trece años que no los veía, y sinceramente jamás hubiese reconocido a Rocío si me la cruzaba por la calle. La última vez que la ví era una nena de doce años, hoy en día es toda una mujer, Licenciada en Ciencias Ambientales, estudiando un posgrado... :O.
Obviamente, ellos tampoco me hubiesen reconocido a mi, ¡hace trece años yo tenía el pelo corto y todavía era gordo! Fue lindo volver a verlos.