Ayer lunes me fuí a jugar al pool con Diegote, pero esta vez no fuimos al lugar de siempre, sino a otro lugar que yo había conocido en otra vida y quería mostrárselo. Le gustó, pero no le cambió su suerte... fue nuevamente 6 a 0: ya creo que es algo psicológico que le impide definir los partidos, ¡estuvo tres veces a punto de ganarme pero no pudo cerrar! Nada, ya lo hará.
Por otro lado, ya saben, afortunado en el juego....
Hoy trabajé nuevamente a la madrugada. Arrancar tan temprano tiene tres ventajas indiscutibles: rompe la rutina, se viaja de ida y vuelta al centro mucho más cómodo, y permite aprovechar la tarde...
Facu: Che, Marito, ¿cómo está el día? ¿está para un fernet a las 4 de la tarde? Marito: Seeeee, ¡como cañooooo!
Con ese fernet brindé por Marito, a su salud, que se nos casa: ¡que sea muy feliz!