Encontré en el blog de Miguel de Icaza la descripción de un libro, "Confessions of an Economic Hit Man", que Miguel describe como (traducido libremente por mí del artículo original):
El libro cuenta la historia de un hombre que es entrenado para convencer a países del tercer mundo de aceptar grandes prestamos para infraestructura de desarrollo. Esto se hace creando modelos y proyecciones de la prosperidad que tales proyectos le traerán a esos países.
(...) Esta deuda nunca puede ser cancelada y es luego cambiada por tierra, bases militares, o votos en las Naciones Unidas. A cambio, los políticos que aceptan estos términos tienen un incremento de popularidad por traer infraestructura al país.
(...) El libro describe tres etapas para asegurarse que el país contraiga la deuda. El primer paso es convencer a los líderes del país de los beneficios que traerá a la población y el crecimiento económico que logrará el país. Si el líder se rehusa, un segundo equipo denominado "chacales" realizan asesinatos puntuales y si esto falla, se envían a los militares.
Cualquier latinoamericano ha sido testigo de estos préstamos, yendo las construcciones y favores especiales a pocas compañías en los últimos veinte años. Este libro ofrece una mirada en los mecanismos internos de este proceso.
Más allá de que mucho de lo que describe Miguel es cierto, y lo vivimos en Argentina también (en parte por eso me parece loable la inquietud de dejar de depender económicamente del FMI para que no impongan más condiciones, más allá de que no esté del todo de acuerdo con el método para lograrlo que está siguiendo el gobierno actual), no se circunscribe solamente a los últimos veinte años.
Como bien lo cuenta Jorge Lanata en su libro Argentinos I (EDITADO: la url no existe más), este proceso comenzó aquí hace más de dos siglos, por parte del representante del poder económico en ese tiempo: Inglaterra.
Todavía no leí el tomo II de Argentinos, pero lo tengo en la lista de los próximos que voy a leer.