EuroPython 2005, día 2

Por suerte hoy pude dormir hasta más tarde, y me levanté a las siete cuando sonó el despertador. Me bañé enseguida y me fui hacia la Conferencia cuando mi compañero de cuarto todavía ni se había levantado. Como llegué bien temprano, cuarenta minutos antes de que empiece la conferencia, pude aprovechar para trabajar en la segunda charla.

La mañana pasó sin mayor novedad, no hubo nada realmente interesante y fui trabajando en la presentación en los ratos libres. La tarde estuvo mucho mejor, primero por las presentaciones de la gente de PyPy, que siempre son muy divertidas y pedagógicas, y luego al final por la charla de Gustavo Niemeyer, sobre resolución de acertijos con Python, fascinante..

La keynote del jueves estuvo a cargo de Steven Pemberton, y la verdad que hace rato que no me reía tanto en una charla.

Luego nos fuimos todos a comer por invitación de EuroPython a uno de esos restaurantes finos de doble copa, aunque la atención dejaba mucho que desear y el vino era malo malo. Pero algo comí, y después volví a la habitación a trabajar en la charla. Me terminé yendo a dormir a la una de la mañana, porque cuando estaba cerrando la laptop empezó justo un capítulo de Moonlighting en la tele (en inglés, subtitulado en sueco).

Por último, les dejo una frase de E. W. Dijkstra que es fantástica para todos los programadores:

How do we convince people that in programming simplicity and clarity -in short: what mathematicians call "elegance"- are not a dispensable luxury, but a crucial matter that decides between success and failure?

¿Cómo convencemos a la gente que en programación, la simplicidad y claridad -o sea lo que los matemáticos llaman "elegancia"-, no es un lujo dispensable sino un asunto crucial que decide entre el éxito y el fracaso?

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EuroPython 2005, día 1

Me desperté a las 4 de la mañana, con un sol espantoso entrando a la habitación. Me maldije por no haber cerrado las cortinas de tela que tienen las ventanas, pero cuando miré, sí estaban cerradas: el sol brillaba a través de las cortinas...

Más o menos seguí dormitando hasta que decidí levantarme e ir a bañarme. Salí del baño un rato antes de que Maik (mi compañero de cuarto) se levantara, y mientras él dormía y luego se bañaba, yo revisé un poquito la presentación que daría a la tarde.

La mañana estaba fresca: el sol se ocultó atrás de unas nubes (que por alguna misteriosa y literaria razón pareciera que es distinto a que las nubes taparon al sol), el viento soplaba bastante, y hasta lloviznaba en ocasiones. La caminata hasta el lugar donde se daba la conferencia tardó quince minutos, así que el clima no fue un problema.

Las primeras dos conferencias trataron sobre RAD (Rapid Application Development, o Desarrollo Rápido de Aplicaciones), y aunque el contenido era interesante, las dieron de forma muuuy aburrida, así que estuve peleando constantemente para no quedarme dormido, :(. Luego hubo un break donde aproveché para tomar un café con leche (que estaba muy bien), y antes del almuerzo asistí a otras dos conferencias.

Una de las dos era sobre la Comunidad Python en Brasil, dada por Rodrigo Serna. Fue interesante, y luego estuve charlando con Rodrigo y Gustavo Niemeyer sobre cómo podíamos crear sinergias entre ambos paises, o por lo menos aprender uno de los otros en los procesos internos de cada grupo.

El almuerzo fue muy bueno, un pollo con una salsa rara de champignones, acompañado de arroz blanco. Muy rico. Luego un poco de boludeo y me puse a cerrar algunos temas, incluída una revisada general a la presentación, ya que no había ninguna charla que me interesara. A las cuatro me metí en la sala en la que luego expondría yo, y presencié una charla sobre distintos componentes de la Biblioteca Estándar de Python. Me sorprendió la parte de SimpleXMLRPCServer, ¡no sabía que se podía hacer eso tan fácil!.

Luego me llegó el turno de dar la conferencia a mí. Salió bien, la gente entendió y se fue contenta. Incluso, aunque no la había medido, ocupé exactamente los 25 minutos que me propuse, por lo que pude incluso contestar algunas preguntas.

A las 18 estaba la keynote, dada por Guido. Aparte de info sobre la realización de la conferencia, explicó algunos temas actuales sobre el desarrollo de Python. Las PEPs 342 y 343, que le agregan funcionalidad a Python fueron el desarrollo principal de la charla. También le dedicó un rato a las PEPs que rechazó y las que le parece que van bien, incluída la PEP 3000.

(OK. Para todo el que no sabe lo que es una PEP, la sigla significa Python Enhancement Proposals, o Propuesta de Mejora de Python, y basicamente son documentos donde se especifica algún cambio que se propone. Sin entrar en todas las posibilidades, cada PEP se acepta y luego implementa, o se rechaza, con lo cual también queda documentado).

A la salida de la keynote hubo una pequeña ronda de cervezas, y algunas personas comieron allí. Yo me fuí con otro grupo y luego de caminar unas cuadras terminamos comiendo en un restaurante tailandés. Después, directamente a la habitación del campus. Era temprano, las 10 de la "noche", pero yo estaba destruído, así que me fuí a dormir.

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A Suecia pasando por México

Argentina - México

Arrancamos raro, ya que era un día de semana, tempranito a la tarde. Me resultó inusual.

El viaje era con escala en Chile (Santiago), con cambio de avión incluído. En Chile no tuve que retirar las valijas y volver a pasarlas por aduana, iban directo. Cuando la persona del check-in en Buenos Aires me dijo que las valijas iban derechito a México, le pregunté por qué yo tenía que cambiar de avión y las valijas no, ¿ellas viajaban mejor que yo? El tipo me miró, dudó, creo que evaluó si yo estaba loco o bromeando, y sólo intentó una sonrisa nerviosa como toda respuesta (bueno, por lo menos no llamó a seguridad...).

El primer tramo, Buenos Aires - Santiago estuvo muy bien. El servicio de LAN Chile era de calidad, como en Aerolineas Argentinas. Un detalle como comparación: en la cena te sirven vino tinto o blanco, según prefieras; en American Airlines, una latita de cerveza (ni pregunté por el vino) costaba cinco dólares.

El segundo tramo, Santiago - México DF fue también impecable. Este fue vía AeroMéxico. Casi que comienzo a detectar un patrón... por un lado tenemos las aerolineas latinoaméricanas, con un servicio muy bueno (tanto en los productos como en la atención humana); por el otro tenemos a las aerolíneas europeas y yanquis, donde sucede todo lo contrario. La única excepción es Swiss Air, pero justo son los suizos (¿alguien supondría que ellos tendrían un mal servicio?). Vamos a ver cuando viaje por una aerolínea nórdica desde México a Suecia en que grupo entra...

Primeros dos días en México

Ambos días trabajamos de 9 a 19, con almuerzo en el medio (bueno, no en el medio, arrancamos entre las tres y cuatro de la tarde). No hay mucho que contar estando encerrado en una oficina, así que sin pretender ser coherente, les voy tirando algunos conceptos que logré rescatar de la ciudad.

He dicho en otras oportunidades que otras ciudades eran chicas (por ejemplo, Bologna). Ahorita me toca decir que el DF es inmenso. No es solamente grande, es inmenso. Los barrios se alternan en importancia o desarrollo, pero sigues, y sigues, y sigues, y todavía estás adentro del DF. Como analogía, creo que podríamos decir que tiene el tamaño (habría que confirmarlo...) de Capital y Gran Buenos Aires, pero todo efectivamente siendo la capital. Tengan en cuenta, además, que dentro del DF viven 25 millones de personas... imagínenselo.

Nativo mexicano

Acá o te movés en taxi o no te movés. Podés caminar algunas cuadras, siempre y cuando no haya empezado a oscurecer, pero normalmente para ir de un lado al otro es tanta la distancia que vas en taxi. El problema es que siempre te dicen que no te tomes cualquier taxi, sino que trates de llamar a uno de los de "sitio" (esto es, que te van a buscar a donde estás). Estos taxis no tienen reloj, o sea que tenés que negociar con el chofer la tarifa, y esto es un problema para los que recién llegamos porque no tenemos ni idea de cuanto cuesta normalmente ir de un punto al otro, así que seguramente algún sobreprecio estamos pagando...

En el DF, en esta época que es de lluvias, como regla general llueve a la tarde. Algún día puede no llover, u otro día puede llover entero, pero normalmente de mañana y tarde tempranito el clima está bueno, y a la tarde se nubla todo y llueve fuerte. En la parte alta de la ciudad llueve más fuerte que en la parte baja, pero llueve.

El Popocatepetl

Encontré la radio que escucharía si viviese en México: FM 106.5 (Mix 106.5, "mucho ritmo"). Basicamente te pasan los éxitos de los '80 y los '90.

No se como los mexicanos son tranquilos. Yo, que no me pongo normalmente nervioso por el tránsito, termino con los pelos de punta cada vez que me subo a un taxi. Realmente tendría que poder acostumbrarme para manejar un auto aquí. Creo que la caja automática en los autos se popularizó tanto en los últimos años en México justamente por los problemas de tránsito.

Si para algo quería aprovechar el viaje, aparte de para conocer México, era para visitar a Diego Foncerrada, el cuate compañero de Vigaforte (del curso de Jóvenes Profesionales que hice hace un par de semanas). Lo llamé varias veces, y luego de un par de mensajes pudimos coordinar para vernos: me pasaría a buscar el viernes luego de trabajar.

El viernes terminamos a las 18:30, aproximadamente, pero yo me quedé leyendo unos mails. Luego de esperar a Diego más de una hora, fui a buscarlo a su piso. Estaba hasta las manos de trabajo, así que lo esperé mientras iba armando la presentación de Decimal para EuroPython. Como parte del trabajo que estaba haciendo, Diego llamó a varias personas para comentarles algo sobre un mail que él les había enviado. Muy interesante, ya que ambos interlocutores usaban, en la presentación y la despedida, un lenguaje compuesto principalmente por monosílabos (con algunas excepciones bisilábicas), que con bastaaante esfuerzo uno podía traducir al castellano. Aparte de interesante, divertido. Está para estudiarlo como protocolo de comunicaciones.

Torre Latinoamericana

A la noche fui con Diego a comer a "Los ahogados", el restaurant que tiene él con otros tres socios. Vinieron también Juan Pablo, del curso, y su novia Lizbeth. De entrada comimos tequeños, que son como bastoncitos de queso envueltos en masa y cocinados al horno, muy parecido a empanadas de queso cilíndricas (ya haré de estos en Argentina).

Y luego torta ahogada, una receta que él mismo trajo de Guadalajara, y que es una especie de sánguche (torta, en mexicano) de carnitas, al que uno le agrega cebolla, col, limón y salsa picante a gusto, y luego le pone mucha salsa que no es picante, hasta ahogar la torta (esto se come en un recipiente que contiene el excedente de salsa, por supuesto). Luego uno va comiendo el sánguche con una mano, mientras que con una cuchara va re-bañando lo que queda con la salsa sobrante. ¡Espectacular!

Charlamos hasta pasada la medianoche, y luego Diego me llevó al hotel. No nos fuimos de parranda porque yo quería levantarme más o menos temprano al día siguiente, y Diego debía levantarse temprano para ir a trabajar (sí, un sábado...).

Paseo por México

El sábado me levanté medianamente temprano, me bañe, desayuné, y luego volví a la habitación. Armé la valija y pasé todos los gastos hechos en la laptop. Bajé, hice el check-out, dejé la valija en consigna, y comencé a caminar a eso de las 12hs.

El recorrido (para aquellos que conocen México) partió del hotel Meliá Reforma hasta la Torre Latinoamericana. De allí al Zócalo, y bajando por Brasil hasta Paseo de la Reforma (que es donde empieza), y luego por esa misma, pasando de nuevo por el hotel, hasta el Angel de la Independencia, y vuelta al hotel, a las 17:30.

La Torre Latinoamericana era el edificio más grande de latinoamérica hasta que se construyó la Torre Mayor, también en el DF.

En varios puntos paré para filmar, pero en un lugar entré: Palacio de Bellas Artes. Luego de ver que había, fuí al Museo, donde recorrí una colección de pinturas y fotografías: "El mito de dos volcanes". Trata sobre los volcanes Popocatéptl e Iztaccíhuatl. Realmente interesante.

Guardianes del valle a través del tiempo Aquí me planto, efímero y les rindo homenaje

En el segundo piso hay varios murales. Absolutamente imperdible para cuando vayan: "El hombre contralor del universo" (o "El hombre en el cruce de caminos") de Diego Rivera.

Me gusta Diego Rivera

De vuelta en el hotel, retiré la valija y me tomé el taxi hasta el aeropuerto, donde luego de los procedimientos normales partí hacia Göterborg, Suecia (vía Amsterdam). En el primer viaje me senté al lado de un flaco que estaba leyendo un libro. De reojo leí algunas estrofas, y me pareció interesantísimo. Trata sobre lenguaje corporal, basicamente, pero aparte de la teoría marca pautas y recomienda acciones (por ejemplo, que en una sala de reuniones sientes a tus opositores de espalda a la puerta, mientras que vos y tus colaboradores de frente a ellos, esto es porque el humano se pone inconscientemente más nervioso cuando está de espalda a espacios abiertos). Se llama "The definitive book of Body Language", de Allan y Barbara Pease; voy a tratar de conseguirlo cuando vuelva a Argentina.

Otros libros que me quiero comprar son los de Joel Spolsky. Es un fantástico escritor (escribe sobre software en general), y disfruto muchísimo leerlo. No solo me interesa el contenido de lo que escribe (tema de los cuales sabe bastante), sino que me encanta la forma en que lo escribe. Me interesa uno sobre diseño de interfaces gráficas (User Interface Design for Programmers) y otro donde él recopila artículos que están bien escritos (The Best Software Writing I).

Primer noche en Suecia

La verdad es que no estaba muy seguro de como llegar al hostel donde me hospedaría. Hostel no es la palabra indicada, ya que es como un campus para estudiantes: bloques de departamentos, en edificios de hasta tres pisos, todos en la misma zona.

En el avión me encontré con otro pythonista, que asistía a la conferencia, pero el tampoco sabía muy bien como llegar. Retiramos las valijas, cambiamos plata y nos tomamos el colectivo hasta la ciudad. En el colectivo nos encontramos con un grupo de 5 pythonistas más, y ellos sí sabían como llegar (ya que estuvieron aquí el año pasado), así que fuimos con ellos: caminamos unos veinte minutos al bajar del autobus y llegamos.

Nos registramos y subí a mi habitación. Conocí a mi compañero de cuarto, Maik Röder, que estaba trabajando en su presentación. Me bañé, cambié, y me fuí a la reunión del domingo a la noche que hacían en el campus. Ellos le decían "barbacoa", pero realmente era como un asado de distintas carnes: desde vaca en pedacitos para armar brochete, hasta filetes de merluza que los ponían en la parrilla todavía frizados. Eso sí, lo cocinaban todo al carbón, no a la llama.

La reunión estuvo muy buena. La mitad del tiempo hablé en inglés, y la mitad del tiempo en castellano, ya que la mayoría sabe algunas palabras, y aparte conocí gente de afuera que vivió en Perú, o en Rosario, o aprende castellano porque le gusta, o directamente son de paises hispanoparlantes, como Juan David, que es de Valencia (España) u otro chico que es de Ecuador.

Igualmente esa no fue la mayor sorpresa, sino esta: estaba charlando con otras dos personas cuando siento a mi espalda que alguien dice como al aire "Is that Facundo?" (¿es aquel Facundo?). Me doy vuelta y era el mismísimo Guido van Rossum, :D. Nos quedamos charlando un rato y luego seguimos con la fiesta.

Estuve hasta medianoche, pero era muy raro porque todavía no había oscurecido del todo. Luego me dijeron que a esta altura del año no oscurece completamente en ningún momento. La pasé muy bien, charlando de grupo en grupo. La gente es macanuda, y se nota que están allí ante todo para divertirse. Comí bien, tomé bastante (pero sólo cerveza), y me fui a dormir para comenzar la conferencia al otro día.

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Semana en Toledo

Viaje

Era la primera vez que tomaba un vuelo internacional en Aerolíneas Argentinas, y debo decir que la calidad del servicio fue buena. Es más, solamente tuve mejores experiencias con Swiss; el servicio es superior al de American Airlines e Iberia.

El viaje fue corto, no sólo porque fue directo, sino porque dormí buena parte del camino. Pasaban dos películas, no ví ninguna (bueno comencé a ver la primera y es todo lo que me acuerdo).

Llegué a Madrid a las 12, y luego de varios trámites, pude salir del aeropuerto. La ventaja de haber estado ya en esta ciudad se reflejó en que sabía cómo encontrar el Metro en el aeropuerto, que tenía mapas y planos del Metro (antes de bajar del avión ya sabía que combinaciones tenía que hacer para bajarme cerca del hotel), y que conocía el idioma local, ;)

Domingo

Al llegar al hotel, lo primero que hice fue prender el televisor y agarré la final de Roland Garros apenas empezada. Mientras iba viendo el partido, me pegué un baño y me puse a acomodar un poco las cosas, a anotar los gastos realizados para luego hacer la rendición en la empresa, etc.

Luego de que Nadal le ganó a Puerta, salí a dar una vuelta por el barrio, ya que nunca había caminado por esta zona de Madrid. Al contrario de lo que uno puede suponer para un domingo a la tarde, la calle estaba bastante movida: mucha gente caminando y los bares llenos a reventar. Esto se debía en parte porque hubo toda una celebración por la candidatura de Madrid para ser la sede de los Juegos Olímpicos 2012, y a que en las mismísimas Puertas de Alcalá tocaba Shakira en vivo.

Volví al hotel para el cocktail de bienvenida a las 19:30, el cual comenzó con una reunión donde nos dijeron unas palabras y nos hicieron presentar a cada uno, y luego sí pasamos a tomar y comer algo, lo cual estuvo muy bien como para empezar a romper el hielo entre los participantes del programa, alrededor de 35 personas.

Luego del cocktail, y como para seguir rompiendo el hielo, nos fuimos a ver a Shakira, en un espectáculo que duró cinco canciones (corto, ¿no?). El público madrileño deja bastante que desear en un recital, incluso cuando Shakira dice "Buenas noches, Madrid, muchas gracias", despidiéndose, la gente comenzó a irse. ¿Pedir más canciones? ¿Quedarse cantando? No, la gente se iba retirando. Shakira salió, para hacer los bises con un 70% del público inicial. Quizás por eso cantó solamente una canción, y una que no era conocida. Eso sí, muchísimo público.

Luego del recital nos fuimos a caminar un poquito por ahí y terminamos en un bar tomando y comiendo algo, antes de volver al hotel pasada la medianoche.

Lunes

Tempranito arrancó el primer día. A las ocho y media de la mañana ya estábamos desayunados y con el check-out realizado (las valijas las dejamos en consigna hasta el mediodía). Fuimos caminando hasta el Centro de Demostraciones de Telefónica Móviles, dónde primero nos dieron unas charlas y luego nos mostraron diversos productos (localización, recolección móviles de datos, y UMTS).

Ya siendo el mediodía, volvimos al hotel, retiramos las valijas y partimos en bus hacia Toledo. El viaje fue corto, matizado con algo de sueño. Cuando llegamos a la ciudad, y aunque sólo la rodeamos (el hotel está en las afueras), confirmamos lo que todos nos habían dicho: es hermosa.

Toledo de lejos

Una vez en el hotel, almorzamos. Bueno, es un decir, porque el pescado que nos sirvieron tenía muy pocas ganas de ser comido. Al minuto estaban todos pidiendo sal, limón, u otros condimentos. Por lo menos la entrada y el postre estaban bien. Y el café no era lavado.

Luego comenzó la odisea de dónde iba a pasar esa noche y las siguientes, para lo cual abro un paréntesis para ponerlos un poco al tanto de la situación de la hotelería del curso...

Dónde dormí (poco)

La parte de Corporativo de Telefónica Móviles, en España, avisó hace cuatro meses a todas las operaciones de la realización de este curso de Jóvenes Profesionales. Simultáneamente, reservó los recursos necesarios, incluidas las habitaciones en el hotel donde se dictaba el curso. Telefónica Móviles de Argentina confirmó quienes íbamos recién el miércoles anterior al comienzo del curso (sí, luego de cuatro meses, confirmaron a mitad de la última semana).

Por supuesto, a esa altura, todas las reservas con respecto a los participantes argentinos estaban caídas. Argentina reservó entonces un hotel en el centro de la ciudad, a pocos kilómetros del hotel donde se desarrollaba el curso. El punto es que, hablando con los coordinadores, es mejor para el desarrollo del curso que estemos todos en el mismo hotel. Esta decisión va más allá de que empecemos todos los días a las 8:30 y terminemos a las 22hs para ir a comer, sino que al realizar todas las actividades en el mismo lugar podemos realmente integrarnos con los otros compañeros en estos pocos días.

Averiguamos, y aunque el hotel no tenía habitaciones libres para toda la semana, sí las tenía para las noches del lunes, martes y miércoles. Mejor poco que nada, por lo que la idea sería dormir las primeras tres noches en un lado y las últimas dos en otro. Luego de la comida, y antes, durante y luego de las enseñanzas que recibimos a la tarde, hablé con Buenos Aires varias veces tratando de gestionar el pago a este hotel por las primeras tres noches.

Fue una pelea que no se decidió en menos de cinco llamados, ya que todo el problema de Buenos Aires era que iba a pagar la noche del lunes en dos hoteles (porque era tarde para cancelar la reserva en el otro lugar). Como si fuera mía la culpa de que hicieron todo mal. Sin embargo, luego de las gestiones de las coordinadoras locales, al pasarse ellas de un hotel al otro haciendo el trueque por nosotros, se solucionaron los primeros tres días.

El jueves, antes del mediodía hice el check-out, con la intención de luego a la noche mudarme entonces al otro hotel. Pero un compañero de grupo me ofreció, en función de que habían dos camas individuales, compartir habitación. Averigüé entonces los costos de pagar la segunda cama en el hotel que estábamos, y de cancelar las reservas para los últimos dos días en el hotel del centro. En vista de que el sobreprecio no era grande, y ya curado de espanto con respecto a la gestión de Móviles Argentina, cancelé la reserva en un hotel y pagué lo que tenía que pagar en el otro, y después avisé a Argentina lo que había hecho.

Nada, finalmente pude disfrutar del curso permaneciendo en el mismo hotel toda la semana, pero no fue fácil...

Lunes (continuación...)

La tarde del lunes la aprovechamos en una especie de curso (o sesión) de "Integración Cultural". Fue muy interesante, ya que Mila Hernán, la señora que lo dictaba, iba recorriendo diferencias y similitudes entre las distintas culturas que estábamos allí. Es momento de mencionar que en el curso éramos 37 personas, rejuntados de casi todas las operaciones de Móviles (en órden alfabético): Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España (incluída la parte de Corporativo), Guatemala, Marruecos, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela.

Realmente fue muy interesante la presentación, y ayudados por la participación de todos exponiendo nuestros pareceres, creo que superamos una barrera de entrada en la comunicación, ya que luego no tendríamos tiempo para entender las diferencias innatas en la forma natural de expresarnos (verbalmente y no).

Ese día terminamos temprano, a las nueve de la noche, y decidimos bajar a comer al centro. La mayoría fueron tomándose taxis, pero otros dos chicos y yo decidimos bajar caminando, total eran solamente tres kilómetros hasta la ciudad. Salimos unos minutos antes de que comience la puesta del sol, y realmente fue muy linda la caminata hasta la ciudad, donde llegamos ya entrada la noche. El detalle fue que, cuando preguntamos a unos transeúntes la ubicación del punto de reunión que habíamos acordado con nuestros compañeros, nos contestaron que quedaba del ooooootro lado de la ciudad, por lo cual decidimos llamar un taxi para la última parte del trayecto, :p

Comimos y tomamos algo en un bar donde el mozo era ruso. Bah, no, era español, pero parecía ruso en función de como nos entendía y todo lo que hablaba... ¡hasta para pagarle le tuvimos que insistir!

Martes

El martes comenzó el curso en sí, que duraría hasta el sábado.

Lo primero que hicimos fue separarnos en cuatro grupos. La dinámica de separación fue muy interesante: cada uno recibió una tarjeta con su nombre y un escrito en el reverso. El escrito era una característica de un animal, y las tarjetas de todos contemplaban cuatro animales, nucleando así los distintos integrantes de cada grupo. En un momento dado, leímos nuestras tarjetas, nos paramos y comenzamos a buscar nuestros compañeros.

Lo divertido es que al principio nadie sabía cual era su animal, ya que ninguna descripción era suficiente para definirlo, por lo que teníamos que ir contándonos la descripción que teníamos y tratar de inferir de que ánimal trataba nuestra tarjeta. Y recién allí juntarnos. El animal de mi grupo era el Águila.

Una vez agrupados, nos reubicamos para estar juntos en la misma mesa y comenzó la etapa de involucrarnos con el grupo: ponerle nombre y armar un tótem. Nos definimos por Vigaforte, que viene a significar Visión-Garra-Fortaleza, tres características tomadas justamente del águila y con las cuales nos sentíamos identificados. Y armamos un tótem muy lindo (en quince minutos, con lo que teníamos arriba de la mesa más tijeras y cinta scotch), donde cada detalle tenía su significado pero con una armonía entre ellos más que interesante.

Vigaforte quedó integrado por Ana (ecuatoriana), Carlos (panameño), Christian (guatemalteco), Daniela (chilena), Diego (mexicano), Fernando (colombiano), Luciano (brasileño), Vanesa (española), y el que subscribe. Sinceramente, luego de trabajar codo a codo una semana con mis compañeros de Vigaforte, quedé maravillado tanto por el lado profesional como humano de cada uno. Cada grupo tenía un coach o coordinador en particular; nosotros tuvimos a María, y creo que su actuación fue inmejorable.

Para seguir cerrando el grupo, y luego de ponernos unas remeras que nos regalaron (un color por grupo), hicimos un juego donde cada uno de los integrantes tenía que escribir en distintas etiquetas un animal, una profesión, y una cualidad de cada uno de las otras personas del grupo. Luego cada uno le pegó la etiqueta que había escrito al otro en el cuerpo, y allí andábamos todos, con etiquetas pegadas en la remera con las descripciones de uno escritas por el resto del grupo. Aunque intuídas por no conocernos de antes, las descripciones fueron coloridas, y el juego en general muy interesante.

Pero nada une al grupo como trabajar juntos, así que acto seguido nos dieron unas fotocopias donde nos describían una empresa, incluso con mails de los distintos directores hacia el gerente general, y teníamos que definir (y armar la presentación para luego exponer) qué hacer con la empresa, lo cual nos llevó el resto de la tarde, mientras íbamos a la entrevista individual con nuestro coach. Como en casi todas las actividades de la semana, no llegamos a terminarla por muy poco (el tiempo siempre fue escaso a propósito, creo que siempre estaba calculado para que nunca lleguemos a terminar los trabajos), y realmente se notó la falta de coordinación al presentar el trabajo. No fue prolijo, aunque si divertido, :).

Luego de la actividad diaria, tuvimos como una hora para ponernos a punto (y cenar, los que querían) para la actividad nocturna: un Gymkana por el centro de Toledo. Tal actividad consistía en una lista de preguntas a contestar. Parece fácil, pero el truco es que para contestar cada pregunta había que apropincuarse a lugares específicos de la ciudad de Toledo, que nadie conocía, y de noche (a no quejarse tanto, que teníamos mapa...). Las preguntas eran, por ejemplo, cuál es el costo de un plato de sushi en un determinado restaurant, o qué propiedades benéficas tiene tal fuente de agua (vale aclarar que estos puntos no figuran en ningún mapa...).

Toledo de cerca

Nuestro equipo terminó segundo, y eso que no nos coordinamos lo suficiente (pero corrimos como cerdos, :p). El premio para cada grupo fueron dos botellas de vino tinto, y excepto una botella que permanecerá como el gran misterio de la semana (¿a dónde fue a parar?), las otras siete fueron correctamente festejadas en la puerta del hotel, entre la una y las tres de la mañana, por la mayoría de los integrantes del curso. Espectacular.

Miércoles

Ocho y media de la mañana, como toda la semana, comenzó el curso. A esa hora ya estábamos bañados, desayunados, y sin resaca (bueno, casi).

El día tuvo teoría y práctica mezclada. La práctica fue crear un Plan de Negocios, como el martes pero más elaborado, que luego cada grupo presentó a todos los coordinadores y el resto de compañeros, y siempre con poco tiempo para realizarlo. Aunque era el segundo día, y sólo la segunda actividad bajo presión como grupo (sin contar el Gymkana), realmente se notó una mejora en el trabajo coordinado de Vigaforte. La presentación, aunque mejorable, estuvo bastante bien.

Luego de comer tuvimos una charla sobre inteligencia emocional. Estuvo muy bien, aunque la mayoría de los conceptos impartidos yo los conocía del libro de Goleman. También tuvimos algunas actividades, como la del juego de X-Y (donde se muestra como es muy dificil coordinar cuatro equipos para el bien común de los cuatro, notándose enseguida que todos quieren ganar sobre el resto) y el de dejarse caer de espalda ("probando" la confianza que uno tiene en el resto de los integrantes del equipos, que tienen la responsabilidad de atajarlo a uno). Este último juego fue muy interesante, ya que nos mostró lo integrado que estaba el grupo: nadie tuvo problemas para dejarse caer, incluso lo hacíamos desde lo alto de una silla.

No hubo actividad formal a la noche, y yo me quedé estudiando unos contenidos que nos habían dado ese día (y tomando los primeros mates de la semana, ¡no había tenido tiempo hasta ese momento!).

Jueves

Luego de una pequeña carga teórica al principio del día, arrancamos con la actividad que tendríamos hasta el sábado: la creación, diseño y planificación de una empresa, desde ponernos de acuerdo el tipo de negocio a armar, hasta armar una presentación para vender el Plan de Negocios a unos accionistas que nos evaluaron (hábil y despiadadamente interpretados por nuestros coordinadores, :).

Como siempre, no llegamos a realizar todos las etapas que teníamos programadas para antes de comer, y a la tarde no continuamos con el Business Plan sino que tuvimos actividades al aire libre. Como siempre, las actividades fueron grupales y orientadas a sacar alguna moraleja (las cuales en general estuvieron muy bien, y lo estoy diciendo yo, que generalmente me hinchan un poco las pelotas este tipo de cosas).

A la noche tampoco hubo actividad formal pero bajamos a comer a la ciudad, esta vez a un restaurant. Volvimos a la una de la mañana, y nos quedamos trabajando hasta las tres: aunque estábamos bastante cansados, queríamos definir la estructura de la empresa y nos habíamos trabado en un detalle importante del organigrama. Pero finalmente nos pusimos de acuerdo en el rol de un elemento clave de la organización, ajustamos la parte matricial de la estructura, y nos fuimos a dormir.

Viernes

Como siempre a la mañana, arrancamos con teoría (era el mejor momento: donde más despiertos estábamos), la cual continuó hasta el break. El resto del día seguimos trabajando con el proyecto de la empresa.

Cortamos temprano, sin embargo, porque habían actividades programadas. Primero salimos de tour por Toledo (tour de esos con micro y un pibe que relata). Caminamos bastante por la ciudad, mientras el guía explicaba, y la única complicación es que llovió durante parte de la caminata.

Luego los coordinadores nos llevaron a comer, en lo que era la última cena del curso. Pero lo mejor estaba por venir. Luego de comer, nos fuimos de copas (a ver, posibles organizadores de cursos que esten leyendo esto, es fantástico irse de copas como parte formal de un curso, ¡copien la idea!). Primero tomamos algo en un bar, y luego fuimos a una especie de centro de arte, ex-iglesia, que a la noche es boliche.

Luego de una noche más que divertida, volví a las cinco de la mañana al hotel a.... ¡seguir trabajando!, hasta las seis y media, y luego dormí hasta las ocho.

Sábado

Bañado y fresco como una lechuga (¡¿?!), seguimos trabajando durante la mañana con los integrantes del grupo que se iban levantando (o que ya se habían levantado), realizando los ajustes finales tanto a la empresa como a la presentación, conscientes de que dos grupos realizaban su presentación antes del almuerzo y dos luego del mismo. Nosotros fuimos segundos.

La presentación estuvo muy bien. Se notó que todos conocíamos todos los detalles de la empresa que habíamos pensado. Fuimos explicando las partes que nos habíamos asignados, y aunque a veces participábamos de manera cruzada (o sea que hablaba el que no estaba "al frente" en ese momento), fue siempre de manera ordenada. Lo disfruté muchísimo, porque el grupo funcionó como un relojito, la idea de la empresa cerraba por todos lados, y no nos encontraron ningún punto débil en la presentación.

Cuando terminamos pudimos aflojarnos mentalmente y disfrutar tanto del almuerzo como de las otras dos presentaciones. Estábamos todos muy contentos y satisfechos por la tarea realizada. Casi que orgullosos, :).

Luego de que terminaron los otros grupos, y de algunas fotos al sol entre todos, etc, comenzó la despedida, tomando forma principalmente en un trabajo que hicieron los coordinadores donde nos pasaron fotos de toda la semana. Fue muy lindo, y parecía que esos siete días había sido como un mes, de intensos que fueron. Ahí comenzó la inevitable separación, porque algunas personas se quedaban en Toledo y otras volvíamos a Madrid.

El viaje de vuelta fue marcado por un cansancio general, y al llegar se realizó la segunda despedida, de la gente que no se quedaba en Madrid sino que partía directamente a otros destinos. Pero la mayoría de los que nos quedábamos en Madrid nos volvimos a encontrar esa noche, donde nos fuimos nuevamente de copas. La tercer despedida fue gradual aquí, ya que se iban yendo de a uno, hasta que terminé yendome yo en el cuarto bar, despidiéndome del grupo de cinco que quedaba. Volví al hotel, en el que había hecho el check-in algunas horas antes, y me fui a dormir.

Domingo

Me levanté, bañé, desayuné e hice el check-out. Fue todo muy raro. Luego de una semana tan intensa, me resultaba todo como muy tranquilo. La adrenalina de la sangre ya había bajado y tenía un cansancio general en el cuerpo.

Salí a caminar por Madrid, y recorrí zonas que ya conocía y otras que no (para resaltar: nunca había entrado a Atocha, la estación de trenes de Madrid, y es maravilloso el jardín tropical interno con plantas de varios metros de altura que tienen adentro de la estación: 4.000 metros cuadrados, con 7.000 plantas de 400 especies). Igual fue todo muy distinto de la vez anterior que había estado, ya que hacía calor y mucho sol.

El jardín de Atocha

Caminé, leí, tomé unos mates, dormité en una plaza (entre el Museo del Prado y el Jardín Botánico). Pero en general estuve pensando sobre la semana vivida. Y extrañando a mi equipo, del cual me llevo muy buenos recuerdos.

Cené temprano en la Plaza Santa Ana: tapas y cerveza, una de las mejores maneras para terminar una semana tan española. Ya comenzando a caer la noche, partí en Metro hacia el aeropuerto, y volví a mi tierra en uno de los viajes de avión que más dormí.

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Películas, bowling y viaje

Dos pendientes, pero no de estreno. Ocean's twelve: +0. Diario de motocicleta: +1.


Se terminó el campeonato de Bowling. El pasado miércoles eramos ocho equipos, y en dos lineas se decidía cuales cuatro pasaban a la final. Entramos terceros. La final era a una linea solamente. Y salimos cuartos, por solamente un punto, :(.


Mañana sábado estoy saliendo para España, en un viajecito de una semana para un curso, como parte del programa Jóvenes Profesionales de Movistar. Espero poder reportarles desde el camino.

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