Semana santa
Fueron cuatro días, pero los tenía tan ocupados como pocas veces. Finalmente, decidí sacrificar el empezado PyWeek (en el que laburé en el arranque y algo en la semana), y me tomé el jueves para visitar a Agata, y el resto de los días para ir con familia a Junín.
Agata estuvo un par de semanas en Argentina, y la fuimos a visitar un día de semana a la noche ni bien llegó. Pero debíamos pasar un rato más largo y relajado, así que apuntamos a ir uno de los días de semana santa. Como finalmente salió el viaje en familia a algún lado, la visita fue el jueves.
Así que el primer día del finde largo lo pasamos en Padua, viendo jugar a Felipe y Lautaro (que se llevan un día de diferencia), y charlando mucho mucho.
Como fuimos a la mañana, pudimos aprovechar bastante tiempo al aire libre, almorzamos, hicimos vagancia, etc. Un regio día con amigos, como quien dice.
Ya casi al final del día decidimos hacer una foto del estilo de la anterior, y aunque los pequeños nos complicaron la operatoria y ya nos quedábamos sin luz, salió algo interesante...
Directamente desde la casa de los padres de Agata salimos para Junín. Salimos ya anocheciendo, y llegamos bien entrada la noche a la Laguna de Gómez, a las afueras de la mencionada ciudad, donde nos esperaban Diana y Gustavo en una casita que habíamos alquilado para todo el fin de semana.
Ellos habían ido más temprano ese día, y ya habían paseado algo, conocido, y lo más importante, preparado algo de comida que atacamos ni bien llegamos :). Así que morfamos algo, acomodamos las cosas, armamos nuestra cama y la cuna de Felu, y nos fuimos a dormir.
Al otro día nos levantamos tempranito con Moni y salimos a pasear con Felipe por la costa de la laguna. Caminamos algo (aunque estaba más fresco de lo que pensábamos), y volviendo compramos algo para invitar al desayuno.
Ya llegando al mediodía llegaron Karina, Pablo, Nahuel y la Tía Estela, que viajaban ese viernes. Llegaron justo cuando nosotros estábamos en el supermercado comprando cosas para almorzar, así que nos tuvieron que esperar un rato en los juegos cercanos hasta que llegamos.
Viernes, sábado y domingo, la pasamos muy bien. El lugar es hermoso, tiene una laguna muy apta para la pesca (actividad en la que ninguno de nosotros incursionó), juegos para los más chicos (y para los no tanto), pequeños puestos de artesanías, etc.
Uno de los días compramos carne e hicimos un asado bárbaro, al anochecer del día, en una parrilla que estaba en la casa. "Hicimos" no es el término más adecuado, realmente lo hizo Gustavo y nosotros lo ayudamos, así que las felicitaciones son para él.
Anocheceres como ese invitan a la fotografía (teniendo especialmente en cuenta que alguien más cuida el asado), así que les dejo una postal:
Una de las tardes hasta tuvimos tiempo de dejar a Felipe con Gustavo (Diana se estaba bañando, luego de que rescatara a Auca que se había tirado a la laguna), y fuimos con Moni a pegar una vuelta por el lugar en unos de esos carritos/bicicleta.
Igual, no resistimos la tentación, y ya al terminarse el tiempo pasamos por la casita, agarramos al pequeño, nos sacamos unas fotos, y luego lo llevamos en el carrito la última cuadra que nos quedaba para devolver dicho vehículo.
El domingo, partimos a eso de las 19hs para casa, y aunque nos agarró una congestión bastante fea al llegar a Chacabuco, el viaje de vuelta fue sin novedad (por otro lado, aprovechamos para desviarnos y pasar por el centro de Chacabuco, y pegar una mirada para ver cómo era).
Esperemos que el año que viene se repita, ¡y con más familia!