Haciendo caso

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El sábado a la tarde/noche fui a lo de Leito porque nos juntábamos por PyWeek. El camino que agarré fue Panamericana, Donado, La Pampa, etc.

El motivo de este post es el comportamiento de un automovilista sobre Donado. Tal calle (o avenida, no sé), es relativamente ancha con sus tres carriles, y un sábado a esa hora, bien tranquila. Tiene una velocidad máxima de 60, con carteles que lo indican, y los semáforos en sincronismo con esa velocidad.

En consecuencia, yo iba a casi 60, llegando a cada bocacalle algunos segundos después de que cada semáforo se ponga en verde, y no tenía ningún inconveniente: velocidad constante, onda verde, bien tranqui.

Pero había otro auto que aceleraba al cruzar la calle, y frenaba antes de llegar al otro semáforo (porque como había ido más rápido, todavía no se había puesto en verde). Cruzaba la calle, volvía a acelerar demasiado, y luego frenaba. Así todo el tiempo.

Si el tipo hubiese seguido las indicaciones de máxima, hubiese ido como yo, y llegado al mismo tiempo que yo al final de la avenida (es más, llegamos juntos), sin tanto acelere/frenaje. ¿Qué le costaba?

O sea, si hubiese seguido las reglas de tránsito, hubiese estado más tranquilo, con el mismo resultado final. ¿Por qué esa manía de no respetar las cosas?

Y estoy seguro de que esto de jodernos por no respetar las reglas se puede extrapolar a muchas otras circunstancias.

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