Recital

Hace rato que no iba a un recital largo. Venía viendo bandas en lugares chicos, o Cerati al aire libre. El último recital en un estadio fue hace más de un año, U2.

Ayer, en la última jornada del Quilmes Rock 07, tuve uno de esos recitales largos que tan comunes eran en la época del uno a uno (el tipo de cambio es muy influyente en los espectáculos con invitados internacionales, obviamente).

Llegué a la zona del Estadio de River Plate a las 16hs aproximadamente, luego del cumpleaños de Nicole (fui de un punto al otro caminando, quedaba cerquita). La cola era larguísima, pero se hizo soportable. En la misma me encontré con mi amigo Lucas, luego vino un amigo de él, y al rato cayó Mariano.

Terminamos entrando luego de que terminó Turf, igual nadie tenía ganas de verlos. Al toque que entramos, arrancaron los Ratones Paranoicos (¡qué viejo que está Juanse!). Luego, una demora considerable que aprovechamos para ubicarnos en un lugar "base" para el resto del recital.

Más tarde empezó Evanescence, banda que me gustaba algo. Ahora me gusta más, la mina le aporta mucha profundidad a todos los temas, pero remonta todo sólo ella: el resto de la banda es más plana que una tabla de planchar. Está bueno, pero al quinto tema te parecen todos iguales, y de ahí para adelante se hace complicado aguantarlo.

Luego de ellos venía la primer gran banda, Velvet Revolver. Señoras y señores, eso es rocanrol. Nuevas generaciones, aprendan. Los tres ex-Guns Slash, Duff y Matt (ya que estamos, anoten: Guns N' Roses era una muy gran banda de la década pasada, y eso se terminó; cualquier relación con otra banda pedorra actual del mismo nombre, es culpa del business), más Scott Weiland (ex vocalista de Stone Temple Pilots), y Daved Kushner (ex guitarra de Wasted Youth), saben lo que es rocanrol, y lo hacen muy bien.

La gente se volvió especialmente loca cuando tocaron Mr. Brownstone e It's so easy, de los Guns. Y deslumbraron con Wish you were here, de Pink Floyd (Slash con guitarra doble mástil, 18 cuerdas en total, me atrevería a afirmar que era una Gibson EDS 1275)

Luego otro corte, y el postre de la noche: Aerosmith. Los viejitos siguen vivos, y saltando como siempre. Muy buen espectáculo. Arrancaron para matarnos, éxitos uno atrás de otros. Metieron algunos blues en el medio que me encantaron, y se fueron casi sin bises (el final fue medio frío, todos dudábamos de que había terminado incluso cuando prendieron las luces del estadio).

En resumen, una tarde noche de rocanrol muy bueno. A los Guns yo los vi dos veces, a Slash una vez más cuando vino con Slash's Snakepit. A Aerosmith ya los había visto en otras dos oportunidades. Lo repetido, espectacular. Evanescence me gusta más que antes, pero no demasiado, y ahora puedo decir que vi a Los Ratones.

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