Impresiones de San Pablo

Algunos pensamientos random, cortitos, porque la verdad es que no pude pasear mucho.

Llegué al hotel en la tarde/noche del lunes, y me fuí al viernes. Todos los días trabajando en la oficina, sólo tuve para mí las noches del lunes al jueves.

Pero el jueves ya estaba The Rat (o sea, la versión yanqui de nuestra Rata) ahí, en un hotel a tres cuadras del mío, con lo cual no me animé a salir por un tema de seguridad y transporte. El jueves, entonces, cené en el restaurant del hotel, tranqui, y al sobre.

La noche del lunes fui a comer solo, pero de casualidad me encontré con Tiago tomando un café con una compañera de laburo. Charlamos un rato, y ahí si me fui a comer (Tiago esta semana salía todos los días a las 22hs). Comí en un patio de comidas, y ahí encontré la primer cosa inusual. El patio de comida es igual a los que tenemos acá, los locales ídem, pero es costumbre ofrecerte hasta tres acompañamientos.

Sí, en general, como pude comprobar luego, en San Pablo comen siempre con varios acompañamientos, un poquito de cada cosa. Esa noche comí milanesa con arroz, papas fritas y ensalada rusa. Un mediodía, pedí feijoada, y vino un plato con: un pedacito de banana frita, una costillita finita de cerdo, un poco de arroz, un poco de papas fritas, un poco de ensalada, un poco de un polvo de maíz que no me acuerdo como lo llaman, y encima después, vino la feijoada propiamente dicha: trajeron un tazón de algo que no tiene muy buena pinta, pero sí tiene un sabor espectacular (es una especie de puchero, pero sólo con carne, y sólo con porotos negros, muy rico).

Cerveza con amigos brazucas

Otro detalle que me llamó la atención fue cómo te cobran en los estacionamientos: una primer hora muy cara, y luego van bajando el precio. Como si acá te cobraran, en el centro (dónde la hora está 3,50 o 4 mangos), una primer hora de $10, la segunda hora $5, y luego todas las horas $2...

San Pablo es como un microcentro porteño donde viven 17 millones de personas. Piensen como que están en Corrientes y Florida, y hacen 10 kilómetros para cualquier punta, y siguen estando rodeados de edificios de 20 pisos, tanto de oficina como de vivienda. Eso sí, agarrás una autopista y en una hora estás en la playa, :) (cosa que no pude comprobar, lamentablemente).

Una ciudad más, que fue lindo conocer.

Comentarios Imprimir