Oportunidad

Bruno Becker despertó en la cama de un lugar limpio, aséptico, olía como un hospital. Aunque pensó que había abierto los ojos, aún tenía los párpados cerrados, y sólo veía manchones de luz. Segundos después pudo finalmente abrirlos viendo una potente luz sobre él.

Durante un larguísimo instante, creyó que estaba en la morgue donde trabajaba Fabián Di Francesco y que todo había sido sólo un sueño.

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Así comienza el último capítulo <"http://www.taniquetil.com.ar/bdvfiles/hr/hr.html#16>`_ del libro, eso fue todo.

Espero que lo hayan disfrutado.

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Python Bug Weekend

El sábado y domingo pasados ocurrió un nuevo evento de este tipo, como ya había anunciado. No tuvo mucha repercusión en el mundo, pero sí en Argentina, donde cerramos una cantidad de bugs parecida a lo que cerró el resto del mundo.

En Buenos Aires nos juntamos en oficinas de Livra, en Belgrano, alrededor de quince personas. Las oficinas, debo reconocer, están muy buenas. Los escritorios tienen una separación entre ellos, una pared de alrededor de 30cm arriba del escritorio, lo cual es mejor que lo que tenemos en Ericsson donde te tenés que parar para darle un mate a tu vecino. No sé como será con el ruido, pero en Movistar no había ninguna separación, y nos la arreglábamos (aunque en Livra están más como amontonados). Igual la oficina tiene mucha onda... libros, un deck al aire libre, un proyector con info, una wii, etc. Debe estar bueno.

Anyway, cuando llegué solamente estaba Martín, Victoria (su novia), y Cuerty. Probé la laptop, pero no logré que el proyector funcione correctamente: tomaba mi salida, pero mostraba como un "problema en el vertical". No sé. Al final le pasé a Cuerty la presentación de Unicode, y utilicé su máquina para dar la charla.

Luego fue llegando más gente, y a las 10 arrancamos. Martín dió una charla sobre Dummia, un proyecto nuevo para el cual están buscando gente que programe Python, y luego yo di mi charla, la cual estuvo bien (y me traje dos sugerencias para mejorarle unos detalles).

Después de eso ya nos pusimos a trabajar, hasta el mediodía en que cortamos porque llegaron las pizzas invitación de Livra (como las facturas del desayuno). También teníamos una torta buenísima, hecha por Martín:

Torta con forma del logo de Python

Luego de tan arduo día de trabajo, nos fuimos con Sabri, Cuerty, Nubis y Achuni a por cervezas (Valeria, novia de este último, cayó más tarde). La pasamos rebien, a pura Stella y picadita, tanto que cuando nos quisimos dar cuenta habían pasado cuatro horas!! Lástima que Moni tenía un cumpleaños, no podía venir.

El domingo también laburé un poco en esto, pero ya más tranqui, cerrando algunos cabos sueltos, y sólo un tres o cuatro de horas. Los resultados finales a nivel de bugs son estos, pero los resultados a nivel de experiencia es que este tipo de actividad es buenísimo, uno se divierte, ¡y se aprende un montón!

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Máscara

–¿Mario? –preguntó Roxana cuando recuperó el habla–. ¿Sos vos?

El hombre de gris, desoyendo la pregunta, se dirigió a Ganduxer.

–¡Maldito estúpido! –le dijo–. Te ordené que no te metieras en mis planes. ¡Casi arruinás todo!

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Charla

Una de las mejores cosas de hacer una carrera en una Universidad es el contexto humano. Inevitablemente uno termina armando un grupo de trabajo, y quizás tenga la suerte de armar un grupo de amigos (yo, en particular, he tenido una increíble buena fortuna en este aspecto).

El punto es que uno está rodeado mucho tiempo por personas con los mismos intereses intelectuales, personas que están en un momento de creatividad cerebral, con las cuales te podés poner hablar de cualquier cosa técnica.

Obviamente, el mundo afuera de la Universidad no es así. No todo el mundo es así.

Una de las cosas que más me gusta de Python Argentina es que a través de esta organización he logrado encontrar a un grupo de personas con las cuales me sucede eso mismo que contaba antes. Y por eso es que me gusta tanto que nos juntemos a charlar, ya sea tomando una cerveza, o en una conferencia.

Ayer a la noche, por motivos que no vienen al caso, me junté con Lucio para comer algo y charlar sobre unos temillas. Más allá de eso específico que conversamos, estuvimos hablando de mil cosas. Desde sociología en civilizaciones del futuro, hasta de armar aparatos para dibujar tridimensionalmente.

Incluso terminamos haciendo lo siguiente, en uno de los intercambios de conocimientos (y bueno, necesitábamos dibujarlo):

Servilleta con algunas cuentas

Que grande Lucio. La pasé muy bien.

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¿Respuestas?

La primera reacción de Roxana cuando se iluminó el salón fue gritar, pero su alarido se apagó en su garganta, quedando deslumbrada y tiesa. Bruno y Adrián cerraron los ojos instintivamente, cegándose momentáneamente porque no llegaron a hacerlo a tiempo. Bruno pensaba que había tanta luz que podría ver donde pisaba a través de sus párpados cerrados.

Luego de muchos segundos, la intensidad de la luz comenzó a decaer y finalmente se tornó soportable. Los tres se permitieron abrir los ojos y se deslumbraron nuevamente. Ahora no por la iluminación, sino por la maravilla a la que se enfrentaban.

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